Zespri es una próspera cooperativa de productores de Nueva Zelanda que también trabaja con productores de otras partes del
mundo para completar su misión de proveer kiwis frescos, sabrosos y nutritivos durante todo el año.
Los kiwis Zespri crecen en plantaciones cuidadosamente seleccionadas bajo unas condiciones ideales: un suelo fértil, húmedo
y ligeramente ácido; un clima soleado y la cantidad perfecta de viento.
Zespri está gestionada de manera cooperativa por miles de productores de Nueva Zelanda, por lo que la empresa también les pertenece. Nuestros productores se ganan la vida contribuyendo a su economía local y a la vez juegan un papel fundamentan en la dieta de personas de todo el mundo, proporcionándoles fruta saludable y nutritiva.
Una aptitud natural, buena mano con las plantas o la pasión por la fruta deliciosa son algunas de las características que
nuestros productores tienen en común. Pero si tenemos que destacar algo de ellos, es que les encanta lo que hacen.
Nueva Zelanda
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Jeff y Shirley cultivan las variedades de kiwi Zespri Organic Green y Zespri Organic SunGold en su plantación Te Puke (pronunciado «ti-piuké») en Bay of Plenty, Nueva Zelanda. Son líderes en la industria de las prácticas ecológicas en plantaciones, y creen que nutrir el suelo es esencial para obtener fruta deliciosa y buena para la salud.
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Alan y Viv llevan 15 años cultivando kiwis y cuentan con tres hectáreas de Zespri Organic Green y una de Zespri Organic SunGold.
Su plantación se encuentra en las afueras de Cambridge, una ciudad en la región de Waikato en la isla norte de Nueva Zelanda. El lago Karapiro, reconocido como uno de los mejores lagos para practicar remo de todo el mundo, está muy cerca. De él han salido numerosos campeones mundiales de remo, como Rob Waddell o Mahé Drysdale.
Junto con su producción de kiwis, Allen y Viv también ejercieron como productores lácteos durante 40 años, con un gran ganado de 110 vacas de la raza jersey, entre las que se incluía un toro jersey campeón. Vendieron el ganado en el 2014 para centrarse en su producción de kiwis Zespri.
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Terry y Mary son productores veteranos de kiwis; los cultivan desde 1981. Para ellos, es importante cultivar una fruta tan sana como esta para el disfrute de los consumidores. Producen las variedades Zespri Green, Zespri Sweet Green y Zespri SunGold en su plantación de Paengaroa, un entorno, en su mayoría rural, a las afueras de Te Puke.
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Residentes en Te Puke, Dennis y Debbie son un ejemplo de los muchos productores lácteos de Nueva Zelanda que se reconvirtieron en agricultores de una plantación comercial de kiwis. Llevan más de 30 años cultivando kiwis Zespri Green y más de 10 produciendo Zespri Organic Green. Su objetivo es proteger y cuidar este entorno que les ofrece cobijo y sustento para toda la familia.
Cuando no están trabajando, a Dennis y a Debbie les encanta ver desde su jardín cómo se pone el sol en su plantación y escuchar el canto de los pájaros de esa zona. También les gusta viajar a otros países y ver cómo la gente de allí disfruta de sus kiwis.
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Dave y Julie han construido su hogar en la plantación que tienen en Te Puke, donde cultivan las variedades de kiwis Zespri Green y Zespri SunGold.Tanto Dave como Julie llevan alrededor de 30 años estrechamente ligados a este sector. Son productores innovadores que trabajan para lograr un equilibrio adecuado de la materia orgánica del suelo. Julie describe la tierra como el elemento clave para conseguir unas cepas sanas, mayores cosechas y unos kiwis más sabrosos y ricos en nutrientes y vitaminas.
Además de haberse criado en familias dedicadas al trabajo en granjas, Dave y Julie están trabajando para crear un museo en su plantación. Su objetivo es conservar la historia en este mundo tan cambiante y así asegurarse de que las generaciones futuras podrán observar y comprender el esfuerzo que exigía la agricultura..
Ubicado en Bay of Plenty, Te Puke es la capital mundial del kiwi. Cerca del 75 % de la producción de kiwis Zespri procede de allí. No es difícil toparse con una de nuestras plantaciones en esa zona, ¡están por todas partes!
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Brian se encarga de la producción de kiwis Zespri Organic Green en 3,5 hectáreas, a la vez que dirige la plantación de 12 hectáreas de sus padres. La plantación de Brian se encuentra en la región de Tauranga, no muy lejos del que se considera el mayor puerto de exportación de Nueva Zelanda en cuanto a volumen de carga. También está a tan solo 15 minutos en coche de la ciudad costera más popular del país, Mount Maunganui.
Brian creció en la plantación de kiwis de sus padres y empezó a ayudarles desde niño durante las vacaciones escolares y los fines de semana. Adquirió una pequeña plantación con 23 años y, a día de hoy, es propietario de otras dos y de una tercera que tiene en alquiler.Brian disfruta cultivando kiwis y siempre busca nuevas formas de mejorar la fruta que cultiva y entrega a los consumidores.
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En 1978, los padres de Sandi compraron una tierra en Katikati, en Bay of Plenty (Nueva Zelanda), para convertirla en una plantación de kiwi. Sandi tenía apenas 11 años cuando los kiwis entraron a formar parte de su vida. Con la compra de un bloque de Hayward (la variedad verde de kiwi) en 1992, que todavía posee a día de hoy, Sandi se convirtió en una de las primeras mujeres cultivadoras en tener una plantación propia. Su padre, con 80 años, todavía trabaja como horticultor. Continúa cuidando de los kiwis y dirigiendo la mayoría de las gestiones de la plantación. ¡Incluso sigue subiéndose al montacargas y cargando camiones! Sandi admira tanto a su padre que desea ser capaz de hacer lo mismo cuando tenga su edad.
Pero, más allá de sus lazos familiares y su amor por estar al aire libre y trabajar la tierra, a Sandi la vuelven loca los kiwis en crecimiento, porque le permiten tener un estilo de vida con el que puede tomar sus propias decisiones. Es libre de elegir cómo ocupa sus días, así que puede trabajar rodeada de su familia. Es una madre todoterreno, y este estilo de vida le ha permitido centrarse en sus hijos; ya sea recogiéndolos del cole, entrenando a equipos deportivos o animándolos desde las gradas.
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Algunas de las cepas de kiwis de las que Tammy y Cameron son propietarios y productores tienen más de 30 años. Y es una gran noticia saber que seguirán produciendo fruta con el cuidado necesario y mucho cariño: «Se trata de cuidarlas».
Para esta ocupada pareja de productores de kiwis, sostenibilidad es más que una simple palabra de moda. El medio ambiente siempre ha sido determinante, pero ahora hay más conciencia sobre ello, normativas y mayor atención por parte de una industria que está ampliando sus fronteras para producir la mejor fruta posible. También hay un componente familiar. Los padres de Tammy fueron de los primeros productores de la región, hacia el año 1960, y tanto a ella como a Cameron les encantaría que sus hijas continuaran esta tradición.
A lo largo de los 12 años que han tenido la granja, los Hill han sido testigos de los avances tecnológicos.
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En junio de 2017, Gill y Bruce celebraron sus 35 años como matrimonio, y todavía siguen viviendo en la granja de kiwis a la que se mudaron como recién casados. En aquel momento, los padres de Bruce estaban al frente de la granja. El matrimonio continúa viviendo en la propiedad y ha celebrado sus 60 años de casados. La abuela de Bruce también vivió allí hasta que cumplió los 96 años. Al igual que su hija mayor, Anna, y su marido e hijos. Como podéis ver, en esa tierra también se ha cultivado la historia de cuatro generaciones. Eso son muchos kiwis.
La granja, situada al este de Bay of Plenty, en la costa norte de la isla norte de Nueva Zelanda, se ha caracterizado siempre por su diversidad, y esta diversidad en la agricultura es lo que ha mantenido las cosas interesantes y fructíferas. Cuando a un cultivo le va bien, ayuda a cubrir a otros que puedan haber tenido una temporada más dura. Es parte del trabajo de la tierra. Con los pastores de lácteos y carne de vacuno, que se encuentran a gusto trabajando junto al negocio de cultivo de kiwis, y con las cuatro generaciones que han pasado por la granja, no podrían estar más felices de poder vivir y trabajar junto a su familia.
Por muy calmada que pueda parecer una plantación de kiwis, no hay lugar para el aburrimiento en la búsqueda de la fruta perfecta.
Las cepas permanecen una temporada en letargo, pero es uno de los
momentos de más trabajo para los podadores. Se encargan de eliminar
con destreza las cepas de la temporada anterior y escoger las nuevas
cepas que servirán de base para la nueva cosecha.
Esperamos con emoción la llegada de la primavera, cuando se abren los capullos de las primeras flores. Las cepas comienzan a dar frutos y las abejas polinizan las flores de los kiwis. Gracias a su ayuda, las flores se transforman en pequeñas bayas.
En este momento del año, casi se puede escuchar cómo crecen las cepas y la fruta en la plantación. El descomunal crecimiento de las cepas hace que deban podarse con frecuencia y que el cultivo de kiwis deba aclararse para conseguir una fruta con el tamaño adecuado.
A medida que el calor del verano da paso a los días y noches más frescos, se acerca el tiempo de la cosecha. Se toma una muestra de cada plantación para determinar si la fruta ya está preparada para ser recogida. Y, antes de que nos demos cuenta, gracias a las manos ágiles y seguras de nuestros recolectores, los kiwis se recogen, se envasan cuidadosamente y se distribuyen por el mundo.
